Desinfección de ambientes.
Se puede definir la desinfección como la eliminación de organismos vivos que pueden producir las enfermedades, es decir, los microorganismos patógenos, impidiéndose así la infección. Los agentes necesarios para conseguir la desinfección del ambiente, del agua, bebida y del material inerte se denominan desinfectantes. Y los agentes que desinfectan la piel y mucosas del organismo reciben el nombre antiséptico.
Desinfectantes se utilizan sobre objetos inanimados. En la industria alimentaria, los techos, los suelos y la superficie de los equipos deben tratarse frecuentemente con microbicidas para reducir la carga microbiana. Además, el agua (la bebida) se trata comúnmente con cloro para eliminar los microorganismos dañinos. En todos estos ejemplos se utilizan agentes químicos para eliminarlos.
Los inconvenientes de estos agentes consisten que muchos microbicidas son neutralizados por materiales orgánicos, y por ello, las concentraciones microbicidas no se mantienen durante el tiempo suficiente. La luz también puede deteriorarlo, además, los patógenos a menudo están encerrados en partículas y la penetración de un agente puede ser lento o no tener lugar. Las esporas bacterianas son mucho más resistentes que las células vegetativas. Pero en la mayoría de los casos, el uso de los germicidas asegura que la carga microbiana se reduce considerablemente.
Desinfectantes más utilizados
-Dicloruro mercúrico. Se utilizan para desinfectar las mesas, superficie de los bancos, suelo, etc.
-Compuestos de cloro. Industria lechera, equipos de la industria alimentaria, suministros de agua.
-Compuestos fenólicos. Superficies, las paredes, sobre todo asociados a detergentes catiónicos. Se usan también para la desinfección de las manos.
-El alcohol etílico. Su concentración más efectiva es al 70% (es la que entra mejor en el protoplasma bacteriana) elimina muchas bacterias, hongos y algunos virus, pero no mata las esporas. Desinfectante de las superficies de trabajo en un laboratorio.
–Peróxido de hidrogeno y ácido acético. Solución ácida
Un desinfectante óptimo, además de matar el mayor número posible de gérmenes, habría de cumplir las siguientes condiciones:
– ser soluble en agua o alcohol
– no ser corrosivo o tóxico para los tejidos
– tener el precio comercial bajo
– tener olor agradable
– ser incoloro.