No todos los insectos son dañinos para el hombre, hay muchos beneficiosos, como las abejas productoras de miel, o el gusano de seda, que es la larva de una mariposa secretora de la delicada sustancia con la que se manufacturan finas telas de gran valor comercial. Los anteriores son los más conocidos, pero recientemente y no se asombre, comienzan a estudiarse particularidades de diferentes insectos con el fin de obtener nuevos beneficios para el hombre.
Por ejemplo, actualmente se estudia la posibilidad de obtener sustancias antimicrobianas de las moscas, ¡si! de las moscas. Tal idea proviene de la observación no desacertada de que la mosca común, esa que en ocasiones no nos deja descansar tranquilos, a pesar de posarse en sitios contaminados no contrae enfermedad alguna. Los especialistas creen que las moscas deben ser portadoras de una o más sustancias que evitan el desarrollo de microorganismos tales como bacterias y hongos, que normalmente se hallan en los sitios preferidos por estos insectos. Así que vaya pensando que un día puede que usted llegue ante su médico de la familia y este le recete un antibiótico obtenido a partir de moscas, ¿qué le parece?
Es conocido también que algunos insectos han servido de alimentos a determinados pueblos como es el caso de los grillos para los chinos. Pues bien, en la actualidad se valora muy seriamente que diferentes tipos de insectos podrían ser utilizados como alimento. Las propiedades y virtudes de los insectos como ingrediente culinario son objeto de diferentes estudios y, por ejemplo, existen reportes confiables de que en el mundo se consumen más de 1000 especies de insectos (termitas, orugas, saltamontes, moscas, arañas y gorgojos) y que son mejores fuentes de proteínas que el pollo, el cerdo, el cordero y la vaca, y tienen menos grasa y colesterol. Por supuesto que no todos los insectos clasifican como candidatos para un gran banquete, pero de que los hay, los hay.