Efectos secundarios de los insecticidas
Los efectos de los agentes químicos sobre el organismo se suelen clasificar en efecto a corto y a largo plazo. Los efectos a corto plazo se denominan «toxicidad aguda».
La inhalación de cloro provoca irritación respiratoria inmediata. Otros productos actúan como venenos que se propagan por todo el cuerpo a través de la sangre; el uso de disolventes en lugares mal ventilados, puede provocar náuseas, vómitos, dolores de cabeza, vértigos, etc.
¿Qué es la toxicidad crónica?
Los efectos a largo plazo son más lentos, requieren exposiciones repetidas y pueden tardar meses o años en aparecer. Es la llamada «toxicidad crónica». Entre estos efectos, los más graves son el cáncer, las alteraciones genéticas, las reacciones alérgicas, la alteración hormonal y la toxicidad del sistema nervioso (cerebro y nervios).
Según datos de la OMS, unas 100.000 personas mueren al año por el uso de pesticidas y 200.000 quedan intoxicadas por su utilización en la agricultura y la ganadería.
Los plaguicidas entran en contacto con el hombre a través de todas las vías de exposición posibles: respiratoria, digestiva y dérmica, pues estos pueden encontrarse en función de sus características, en el aire inhalado, en el agua y en los alimentos, entre otros medios ambientales.
Los plaguicidas tienen efectos agudos y crónicos en la salud; se entiende por agudos aquellas intoxicaciones vinculadas a una exposición de corto tiempo con efectos sistémicos o localizados, y por crónicos aquellas manifestaciones o patologías vinculadas a la exposición a bajas dosis por largo tiempo.
Alternativas saludables a los insecticidas
Los productos y sistemas naturales, utilizados antes de la llegada de los productos químicos, vuelven a ser demandados por la población. Por eso, Radarcan® desarrolla todos sus dispositivos como alternativa a los productos químicos y tóxicos, creando productos totalmente seguros, higiénicos y libres de cualquier toxicidad.